lunes, 16 de mayo de 2011

Empresas familiares se han vuelto clave en la exportación de textiles

Aproximadamente 15 mil familias intervienen en el sector, que antes era propio de grandes empresas. Se ha empezado el trabajo en las partes andinas de Arequipa, Puno, Huancavelica y Tacna.

Tras la crisis mundial que afectó los niveles de exportación en el sector textil, las empresas arequipeñas se han abierto paso a nuevos mercados, consolidando con fuerza espacios como los países escandinavos y nórdicos. Suecia, Dinamarca y Noruega, se han configurado en una buenas alternativas comerciales para las prendas de la región.

Si bien, antes el grupo exportador de Arequipa sólo se limitaba a tres empresas: Michell, Sarfati y Grupo Inca, ahora las pequeñas empresas familiares también impulsan el incremento en los índices de exportación que, para el presente año, de acuerdo al gerente de la fábrica Michell, Mauricio Chirinos, oscilará entre el 7 y 10%

Así, en el rubro textil, actualmente se encuentran involucradas al menos 15 mil familias que llevan el proceso textil de diversos flancos, unos en la etapa inicial, con la crianza de cabezas de alpaca y otros en la parte final – de forma indirecta- que involucran acabados. Las pequeñas empresas en ese sentido se han vuelto en mano de obra casi vital para el sector.
Con este precedente, Chirinos, refiere que el rubro textil, sigue siendo el sector más dinámico e intensivo, que en muchos casos involucra paradójicamente a los sectores más deprimidos, pero que han aportado intensamente en la recuperación de las exportaciones de textiles.

CLÚSTER

El gran problema, de las empresas familiares involucradas en el sector textil, a decir de Chirinos, sigue siendo la intermediación. Y es que, los pequeños productores al no estar asociados, no ven el rédito de su esfuerzo. Trabajan aislados.

Este aspecto, según Chirinos, debe ser paliado con la asociatividad o el necesario clúster, para formar cadenas productivas. Para ello se está empezando a promover este aspecto, desde las partes más deprimidas, en las zonas andinas de Arequipa, Tacna, Huancavelica y Puno, donde existe crianza de alpaca.

Un criador posee, en promedio, 15 a 20 cabezas de alpaca, y comercializan el insumo (fibra) entre 800 a 850 soles el quintal (46 kilos), sin embargo, asociándose el panorama podría ser mucho más auspicioso, dejarían de vender a terceros y la comercialización sería directa con las grandes empresas.

Bajo ese criterio, Chirinos remarca, que el estado debe dotar de una mejor infraestructura a los ganaderos de las zonas altas para el procesamiento de la materia prima, antes de ser ofertada al mercado, además de impulsar los programas para incrementar la cifra de cabezas de camélidos sudamericanos, cuyo crecimiento también oscila entre 7% y 10% en forma anual.

Fuente: Diario El Pueblo 16 de mayo 2011